El proceso de generar un testimonial ha sido descrito por ProDoc en varias ocasiones. Generalmente se comienza diciendo «esta vez sí que vamos a hacer algo sencillito …». Lo de «sencillito» es una palabra acuñada por algún griego que fue el soñador de este hermoso proyecto.
Empezamos con un Agustín algo nervioso y preocupado el día de la entrevista y con Rafael Márquez, su entrevistador, infundiendo calma y cordura. El «catering» de ese día en el cual se hicieron varias entrevistas, estuvo a cargo del mismo entrevistador. Al parecer se ofrecieron unos shawarmas memorables de los cuales no quedan ni las facturas.
El equipo profesional que realizó la filmación, pasadas algunas semanas, envió la tripa del video con algunas tapas y la voz del entrevistador en «off». A partir de esa tripa comenzó el equipo de guionistas de ProDoc a recolectar el material y a producir el guion. El entrevistado, muy entusiasmado, no paró de enviar fotos, videos, gaitas y hasta clips de películas de cine, y no pocos mensajes de voz. Se armó el guion y el mismo equipo de filmación comenzó con la edición, un vídeo complejo con inserciones de mucho material, cintillos y algunos recortes que fueron difíciles de decidir.
Finalmente, interviene la editora estrella de ProDoc, Elssen Lombó, que con mucho cariño le dio más que toques finales al vídeo. La edición final incluyó generar subtítulos con herramientas de Inteligencia Artificial (IA). Pero nuestro entrevistado es demasiado agudo y la IA no pudo con todo lo dicho en la entrevista por lo que el equipo trabajó también en la edición de los subtítulos.
El testimonial de Agustín Pulgar no es cualquier testimonial, es uno donde hay mucho amor y empeño tanto de parte de ProDoc como de parte del entrevistado. A continuación, dos dedicatorias: la primera de María Isabel López, Marrí y la segunda escrita por Jorge Sequera. Luego, un bloque en donde damos una semblanza de su vida personal y profesional.

Por María Isabel López, Marrí.
Mi amigo Agustín
Octubre de 1976, hice la prueba para entrar a la CUSIB… me aceptaron… me senté en las gradas…maravilloso, pero… y ahora…como me iré a mi casa?… así arranca la historia con mi amigo Agustín.
Agustín Pulgar es un tenor de voz única, algo grave y muy expresiva, es capaz de pasar de lo místico de Tomas Luis de Victoria al sabor “salsoso” del Son de la Loma con una facilidad pasmosa, y sin desafinarse.
Es muy talentoso para el canto y como instrumentista, prueba de ello es su inolvidable participación con los boleros…es generoso con la música, con su trabajo, y muy especialmente con la gente, es un amigo realmente, es noble y leal.
Con un sentido del humor muy particular llena los espacios, no podría pasar desapercibido aunque quisiera, y es consistente con sus valores, algo que le honra.
No quiero omitir que Agustín se enamoró… y lo mejor es que encontró en Aymara la compañera que merecía, además, un hijo complementó esa unión familiar, y para él es un tema que le hace quebrar la voz, lo que es muy bonito de escuchar.

Realmente agradezco poder escribir sobre Agustín porque él me ha ayudado de muchas maneras, no solo con la confianza, el transporte o haciéndome reír con un chiste…no sé cómo hace, pero sabe cuándo llamar… gracias amigo mío, eres un gran tipo…sigue así…disfruta este documental, lo mereces.

Por Jorge Sequera
Un vaso comunicante
Aunque muchos ni se acuerden, soy Ingeniero Electrónico de la Bolívar. Y esto me permitió conocer de primera mano a muchos de CUSIB Global en sus funciones profesionales. Uno de ellos es Agustín, y para que se entienda bien claro: Agustín es uno de los mejores ingenieros mecánicos en su área y uno de los más reconocidos.
No se dejen cegar por esa burbuja que proyecta de chistoso ágil y mordiente. Eso es solo su máscara. Yo también lo he visto con cara de saber lo que dice.
Agustín sin embargo tiene la maravillosa condición de ser, técnicamente, un vaso comunicante positivo. Es decir, lleva y transporta talentos de aquí para allá, pero no resta.
Ha sido transportista y chofer. En su carro ha viajado la mitad de la coral. Nosotros en ProDOC, que hemos visto los videos publicados (y los que no), en muchos de ellos aparece Agustín cumpliendo esa faceta técnica.
- A mí me dijo Agustín de la coral…
- En el Amper me comentó Agustín …
- Agustín me dio la cola y me comentó que la coral…
- Yo llegué al grupo instrumental porque Agustín me dijo que…
- Vamos a decirle a Agustín que se venga a tocar con nosotros…
- Para las gaitas necesitamos una buena charrasca y ese es sin duda Agustín…
- Como tenor le podemos decir a Agustín…
- Para el disco de Aguinaldos le podemos decir a Agustín…
- Agustín que cante el solo de… que le debe quedar gracioso…
- Déjame ver si podemos…
Y así, hasta más allá del ocho acostado.
Si nos ponemos a trazar esa matriz, con hilos conductores que vayan de persona a persona o a institución, sería tan densa- que al final mejor les propongo que dibujemos un gran vaso comunicante positivo.
Agustín tiene también la cualidad de ser Muy2 x Querido x Muchos. Y quizás, esto no lo sepa ni él.
Tampoco es que lo sabe todo.

Por Edna Ruckhaus
¡En serio que Agustín es serio!
Escribir acerca de Agustín no es difícil cuando lo conocemos más allá de su faceta humorística. Agustín es serio y sobre todo muy consecuente en muchos aspectos de su vida.

Empecemos por la música coral que en su caso es música coral-gaitera por razones que se develarán en su testimonial.
Su actividad coral comenzó en la Coral Universitaria Simón Bolívar y continuó luego con su participación en otros grupos tales como la Schola Cantorum y el Coro de Cámara de Caracas dirigido por el Maestro Felipe Izcaray.
Ha sido un tenor incondicional y también el solista inolvidable de Amparito, nuestra popular gaita que pueden disfrutar en las voces de la Coral Ave Fénix, de la cual es uno de sus miembros fundadores.
Agustín siempre ha sido una persona comprometida: desde su partcipación en el Coro Álvaro Fernaud al principio de los 80s, el cual fue el coro de estudio y graduación del Maestro Miguel Ástor, hasta su disposición a apoyar al Orfeón USB en los actos recientes de la universidad junto a otros coralistas de Cusib GLOBAL. El concierto de graduación del Maestro Ástor fue reseñado en uno de nuestros bloguetines:
Nos reencontramos cuando estaba a punto de graduarse con Alberto de dirección coral, y para su concierto de grado fundó un coro ad hoc, llamado Álvaro Fernaud. Dirigía a este corito y a la Schola. Y allí, también me colié con Nelson, Agustín, Mariflor, y Trina Amundaray. Siempre pensé que los que estábamos allí, era por la circunstancia de que éramos sus más queridos. Ninguna otra razón …
Jorge Sequera. Bloguetín «Un homenaje a nuestro querido Miguel, «El hombre del cambur»
Además de su actividad como coralista, si se necesita algún cuatrista, charrasquero o tamborero para acompañar al coro, al conjunto de gaitas o para tocar en algún Canto Común, allí está Agustín. Es importante destacar que fue cuatrista invitado en el concierto inaugural de la Cantoría Universitaria Simón Bolívar en 1979.
También fundó el Conjunto de Gaitas de la USB junto con Nerio Casanova, Jorge Sequera, Orlando Castillo, Venus Suárez, Nelson Machado y Juan Carlos Jaimes, sospechosos habituales de la CUSIB; luego se sumó Albert Hernández «y la cosa mejoró». Además, Trina Amundaray lo invitó a formar parte del conjunto de gaitas de CADAFE, conjunto dirigido por nada más y nada menos que Otilio Galíndez. Agustín comenta que tuvo oportunidad de compartir con Trina en una dimensión diferente: «la dimensión Trina-parrandera».

Pasemos ahora a describir la seriedad de su desarrollo profesional. En primer lugar, para comprender lo innovador que es Agustín en su especialidad, Aires Acondicionados, nos remontaremos a los tiempos de su abuelo materno, Ramón Fuenmayor Meza, fundador en Maracaibo de la sastrería «La Tijera de Oro», y los vuelos del globo aerostático «La Mongolfiera». Esta referencia la hacemos porque lo que se hereda no se hurta, como hemos ido descubriendo a través de los testimoniales realizados en ProDoc.
Según la reseña de la Academia de Historia del Estado Zulia, “Si bien el sueño de volar, era un deseo acariciado por el hombre a lo largo de la historia, no fue sino hasta finales del siglo XIX, con el progreso humano de la revolución industrial que esto fue posible. Ya en 1783 los hermanos Joseph y Jaques Montgolfier, habían inventado en Francia el Globo aerostático; este ingenioso invento se transformó en una atracción internacional y a finales del siglo XIX llegó a Maracaibo por iniciativa de un caballero francés, de apellido Katiel, como una atracción para los carnavales según reseña el historiador Régulo Díaz ‘Kuruvinda’.
El globo se elevó en las inmediaciones de la Plaza Baralt, diagonal al convento, ante miles de espectadores, se elevó varios metros y fue bautizado como la ‘Mongolfiera’ en honor a sus creadores.

Este globo funcionó como promoción de las empresas más conocidas de la ciudad, que se observaban desde las alturas como la ‘Tijera de oro’, o la sastrería de ‘Ramón Fuenmayor’ …». Otra reseña publicada en el sitio web de NoticiaAlMinuto desarrolla aún más el tema de la publicidad en el Globo: «Antes de elevarse sobre la tela de la gigantesca bolsa, pegados en cartulina y en telas muy finas se podían leer mensajes como: ‘La Tijera de Oro / Sastrería / Venta de drills y casimires / Ramón Fuenmayor M’. Es decir, publicidad pura alrededor del globo …»
En la Maracaibo de entonces, aquello que se le ocurrió al abuelo Ramón debe haber sido el éxito publicitario del momento y suponemos que su negocio se debe haber disparado de una manera tal que hasta tiene una gaita en su honor, «Los Sastres«, compuesta por un primo de Agustín en homenaje a su abuelo.
Agustín es Ingeniero Mecánico egresado de la Universidad Simón Bolívar en el año 1981 y Especialista en Gerencia de Proyectos de la Universidad Católica Andrés Bello.
Tres meses después de graduarse comenzó a trabajar y muy rápidamente decide desarrollarse en el área de Aires Acondicionados. Como él mismo cuenta «tuve profesores buenos pero también muy malos en eso de la ruedita que da vueltas o el corotico que coge pa’llá..» por lo cual decide desarrollarse en esa especialidad. En el año 1983 comienza en otro trabajo en donde incursiona en el área de Gases Medicinales como calculista. Luego, tal como comenta, «se metió a bombero» por su trabajo en el área de Instalaciones contra Incendios. También desarrolló proyectos de Tuberías Industriales, Aire Comprimido y Combustibles y Gases, abriendo así su compás profesional, aunque siempre centrado en Aires Acondicionados.
En el año 1992 entró a trabajar en una consultora en donde los proyectos eran multidisciplinarios y se dio cuenta que necesitaba tener conocimientos de planificación, finanzas y manejo de equipos de trabajo por lo cual realiza la Especialización en Gerencia de Proyectos, aunque en esa disciplina ha estado más como observador que como ejecutor y considera que hay una gran brecha entre la teoría y la práctica. En el año 2005 se reformula como consultor independiente creando su propia empresa.
Agustín comenta que su énfasis ha sido siempre en los aspectos técnicos y no en los comerciales, por lo cual hay cierto olvido de sus finanzas. Si no fuera así «a lo mejor estaría grabando esto desde las Maldivas».
Agustín es un profesional brillante y reconocido en su área. Pero más allá de sus méritos profesionales es una persona muy relevante en nuestro ámbito coral y además un amigo incondicional. Para finalizar, nadie mejor para describir nuestros sentimientos hacia Agustín que Mariflor:
Con el transcurso del tiempo me di cuenta de quién era él en el coro. Resultó que no solo era reclutador de coralistas, sino también chofer de las chicas de la zona (siempre dándole la cola a alguien; siempre, siempre, especialmente a chicas “desvalidas”); instrumentista excelso; cuatrero; guitarrista; tenor. Siempre ayudando a cargar tarimas. Siempre presente en serenatas. El de los chistes a toda hora. Unos muy buenos, pero otros no tan buenos (Abustín…).
Mariflor Salas
El que se ríe de todo (en especial de sí mismo). Siempre cargando instrumentos. En la primera gira de la CUSIB en Aberdeen (Escocia), un día yendo a un ensayo íbamos a mitad de camino dentro de un cementerio que agarrábamos como “atajo” hasta el hall del ensayo, el pobre cargando la guitarra y jadeando hasta más no poder juró que en su próxima vida iba únicamente a tocar el “pícolo”. Y ahí ha estado él, a lo largo de los años, siempre fiel a la música y al canto coral, de una u otra manera. En la Venezuela que ha visto partir tantos de nosotros, nuestro querido Abustín continúa al pie del escenario.
A continuación los invitamos a disfrutar del testimonial de nuestro Agustín Ramón Pulgar Fuenmayor.
Deja una respuesta