Judith Schmidt Hernández: El valor de las pequeñas cosas.

Judith nació en Caracas y como muchos de nosotros es hija de inmigrantes.

Judith con algunos años menos que ahora

Su papá, Ludwig, de ascendencia croata era oriundo de la antigua Yugoslavia. Adelina, su mamá, de la isla de Gran Canaria llegó  a Venezuela a finales de 1949 trayendo consigo sus canciones españolas.

Sus hermanos son Ludwig, integrante de la coral en los años 70 (1953-2020) y Betty (Elizabeth como su abuela).

Su papá era arquitecto, además tocaba el violín y era un gran aficionado a la música clásica.  Llegó a La Guaira en 1947 en el barco General Sturgis.

Carlos Stohr, en su artículo acerca de la inmigración europea a Venezuela  publicado en el 2014[1], nos da información acerca del barco que por razones humanitarias llevaba refugiados a diferentes países del mundo: “Los transportes y la reubicación de los refugiados eran organizados en principio por la Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación (UNRRA), organización que luego se convirtió en la International Refugee Organization (IRO). Ambas operaban a escala mundial. Salimos de Alemania… donde existían varios campamentos para reclutar a las familias y personas ahora apátridas, displaced persons. Eran personas oriundas de los países europeos orientales huyendo del sistema comunista ruso. “


[1] http://viajesyturismoguiguevenezuela.blogspot.com/2014/02/24-El-Trompillo-Guigue-Edo-Carabobo-Venezuela-El-Trompilllo-Puerta-de-Entrada-a-La-Nueva-Patria..html
Adelina Hernández Pérez y Ludwig Schmidt Remeli

Ese mismo barco realizó varios viajes a Venezuela en 1947 y en la mayoría de ellos los inmigrantes fueron trasladados al Centro El Trompillo en el Estado Carabobo. Entre ellos, yugoslavos de origen croata, rusos de origen ucraniano, polacos, húngaros, lituanos, griegos, rumanos, austríacos, búlgaros, estonianos y checoslovacos. Un año después, en 1948,  llegaría el Maestro Alberto Grau con sus padres a ese mismo lugar, El Trompillo, en donde el papá de Nelson Machado, uno de nuestros compañeros de la Coral, era el telegrafista del Centro.

¡Parece que hemos estado conectados por mucho más de 50 años!

Siempre he admirado la eterna sonrisa de Judith, la luz que desprende su persona y la actitud positiva ante muchas pruebas que ha tenido que pasar en su vida. Todo esto es difícil de describir en detalle pero hay muchas evidencias. Una de ellas es Betty, o como le dice Judith, “Betica”.

Betica es la hermana mayor de Judith y nació con una discapacidad intelectual severa. La cuida hace veintitrés años, luego del fallecimiento de sus padres. Está absolutamente dedicada a su hermana que requiere de atención las 24 horas.

 Betica es mi ángel, ella me cuida a mí. Betica es un ángel luchador y su misión en la vida es hacernos aprender lo que es la inocencia”.

Betty «Betica»

En los tiempos de la Coral, Judith llevaba a Betica para todas las fiestas, paseos y cualquier otro invento; Betica disfrutaba de esas salidas como si fuera una más de la Coral. Por cierto, en relación con esto, cuenta que su papá era muy estricto y poco comunicativo, aunque nunca se ponía bravo con ella (¡solo con Ludwig!), mientras que su mamá vigilaba con celo las salidas que hacía con la Coral y siempre le recordaba a Alberto que le “cuidara a su muchachita”. Tampoco era muy dada a las visitas de los muchachos a su casa, haciendo alguna excepción con uno de los tenores de aquella época que era su compañero de estudios en la carrera.

Vive desde siempre en los Altos Mirandinos y no tiene carro, una pequeña carretera que la lleva de la Panamericana a su casa se derrumbó hace varios años así que decidió que lo mejor era vender el carro ya que no tendría utilidad alguna.

Hace un par de años, cuando comenzaba el chat del grupo de la Coral, contó que se había fracturado el tobillo y cómo llegó sentada hasta un lugar en donde podía pedir ayuda. Lo sorprendente es que lo cuenta sin una queja, como algo gracioso.

Tarjeta familiar de Navidad

Desde ese momento quise entender cómo Judith logra tener una actitud tan positiva ante la vida. Al conversar con Judith descubres que además de ser una persona con una maravillosa luz interior, ha puesto en práctica una cantidad de conocimientos que ha adquirido a lo largo de los años en temas de sanación pránica, sanación con ThetaHealing, Reiki, Péndulo Universal y Numerología, y lo ha realizado en paralelo con su profesión de arquitecto.

Diploma del curso de Psicoterapia Pránica

También ha tomado cursos de Feng Shui que ha aplicado al diseño de espacios y a la cocina. Judith se ha desarrollado como ser humano a través de la sanación. Le permite valorar el presente, ver lo mejor que hay en todo lo que le rodea y también interactuar de una manera siempre amable y positiva con las personas que le rodean. Ha participado en procesos de sanación a personas con diferentes tipos de problemas, especialmente de salud. Esos procesos han tenido resultados muy positivos.

A continuación, una muestra de un texto que escribió como trabajo final de uno de sus cursos y las ilustraciones que lo acompañan:

El valor de las pequeñas cosas.
A través de la vida uno va sintiendo, experimentando y viviendo momentos… Algunos de ellos nos marcan el alma, el cuerpo y el espíritu… entendiendo que vamos en un camino de amor.
Agradezco a todas las personas y también las situaciones que me han hecho reconocer y entender que en el valor de las pequeñas cosas  está lo más maravilloso y grandioso de la vida… Gracias

En ese trabajo también explica que la música ha estado siempre alrededor de su crecimiento y de su vida. Este sentimiento lo ilustra también:

Judith entró en la carrera de Arquitectura de la Universidad Simón Bolívar en el año 1973 y llegó a la CUSIB de la mano de su hermano Ludwig ese mismo año, allí estuvo hasta el año 1980. También ha sido integrante de otras corales a lo largo del tiempo (Coral Otepi 1993-1996, Coro San Juan Bautista Carrizal 1984-1994). Además, estuvo en los comienzos de la Coral  Ave Fénix.

Judith se graduó como Arquitecto en el año 1980 y durante diez años trabajó en la Oficina de Arquitectura Carlos Pons. El profesor Pons la llevó directo de las aulas de clase a su Oficina de Arquitectura en donde realizó actividades de diseño arquitectónico para obras en todo el país durante 10 años. En paralelo comenzó formalmente estudios de música en la Escuela José Lorenzo Llamozas. Como dijimos antes, la música siempre revoloteaba en su vida, tanto así que el profesor Pons la emplazó a que decidiera entre la carrera de arquitectura y la de música, decidió por la primera. En 1998 culminó en la UCAB la Especialización de Administración de Empresas, Mención Mercadotecnia. Ha trabajado durante muchos años en dos de las consultoras de ingeniería más importantes de Venezuela, Otepi e Inelectra. Ha diseñado y supervisado una variedad de obras, entre ellas edificios industriales, hospitales, edificios de oficinas y estaciones subeléctricas.

Aunque sus circunstancias personales le han limitado su actividad como coralista en los últimos años, es una de las más entusiastas del grupo de integrantes de CUSIB Global; colaboró en  ProDOC en sus comienzos y actualmente apoya a la Junta Directiva en diversas actividades.

Finalmente, concluyo este texto comentando que he disfrutado muchísimo este proceso de escritura de la presentación de varios de los testimoniales. Me ha permitido retomar el contacto con mis amigos y descubrir aspectos de su vida que no conocía. Eso alivia un poco la añoranza por verlos, abrazarlos y poder compartir con ellos en persona.

Boda de Diana y Ludwig, con la CUSIB 1982

Disfrutemos a continuación del testimonial de Judith…

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