Cuánta más importancia cobra lo vivido… significando y validando quizás, como creo todos lo reconocemos, que mucho más importante que nuestros oídos y nuestras voces, fueron y serán todos los abrazos que nos dimos. O los acordes, que sólo nuestras almas pueden percibir por siempre y para siempre, de un “Cántico Espiritual”.
Ignacio Blanco –
22 de septiembre 2022 De regreso A Casa Después Del Concierto “Voces Que Abrazan”
Me dio mucha alegría dirigir el estreno de esta obra de Pantelis Palamidis con arreglo de Miguel Astor y poesía de San Juan de la Cruz. Disfruté mucho descubriendo esta composición hecha con esmero y que expresa con acierto el sentido del hermoso poema. Las melodías escritas en una buena tesitura coral presentan con claridad el mensaje del texto, comenzando serenamente en tonalidad menor y pasando con emoción a la tonalidad mayor cuando se llama a la ‘Amada’. La sección a manera de estribillo ‘Descubre tu presencia’ está muy bien realizada!!! Y la he estado cantando en mi memoria por muchos días!!! Gracias Pantelis, gracias Miguel.
María Guinand –
Directora

La dualidad ciencias y artes siempre ha sido el leitmotiv de mi vida. Así que en 1978, después de un tiempo corto de haber finalizado mis estudios en la Universidad Simón Bolívar (USB), me inscribí en la recién creada Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) compartiendo mis días entre mi trabajo como ingeniero en telecomunicaciones en la Universidad Nacional Abierta (UNA), creada ese mismo año, y mis estudios de de 5 a 10 pm en la UCV. Unos años más tarde, 1984, se dió la oportunidad de ejercer en las artes la primera experiencia gerencial que había alcanzado en la UCV, así que acepté el cargo de Gerente de Administración de la recién creada Compañía Nacional de Teatro (CNT). donde también tuve la dicha de conocer a mi bella esposa, Coromoto Galvis, quien era la Gerente de Promoción.
“Cántico espiritual” nació cuando Enrique León, director de la Sociedad Dramática de Maracaibo, agrupación pionera del teatro profesional en la región zuliana, y quien había sido invitado por CNT para dirigir, dentro de su temporada de 1987, “Caín adolescente”, una de las obras más importantes del dramaturgo y cineasta venezolano Román Chalbaud, me comentó que le gustaría que compusiera dos canciones basadas en poemas que él había decidido agregar al texto dramático: “Canción de las lavanderas”, un hermoso poema suyo, escrito para la obra e inspirado en un verso del poeta Ramón Palomares (¿A quién le decis de querer?) y la cual serviría como la obertura “presagio” del montaje con todo el elenco en escena y un extracto del “Cántico espiritual” (Canciones entre el alma y el esposo), una de las obras poéticas más destacadas del poeta místico español Juan de Yepes, conocido como San Juan de la Cruz, el tema de amor de la puesta en escena.

Antes de entrar en los detalles de la canción y el montaje coral que se estrenó con CUSIB Global, veamos, brevemente, cómo evolucionó la creación del poema hasta su publicación en español en 1622, según se describe en Wikipedia:
“Juan de Yepes fue detenido y recluido por los carmelitas calzados en diciembre de 1577 en el monasterio de Toledo por trabajar junto a santa Teresa de Jesús en la reforma de la orden. Permaneció encarcelado en un calabozo ocho meses, en unas pésimas condiciones que le hicieron vivir grandes sufrimientos. Durante su cautiverio memorizó, al no disponer de medios para escribirlas, las treinta primeras estrofas de su Cántico espiritual. Después de escapar de su cautiverio, fue elegido, en el capítulo de Almodóvar, vicario de El Calvario, donde estuvo hasta 1579, bajando a confesar a las monjas del convento de Beas.
Allí Magdalena del Espíritu Santo fue recogiendo a modo de apuntes lo que san Juan transmitió a la comunidad de Beas; juntó gran cantidad de notas y avisos que años más tarde envió al cronista de la Orden, el P. Jerónimo de San José, quien los transcribió. Sus últimas estrofas las escribió en Baeza y en Granada, las cinco últimas a raíz de una conversación con la hermana Francisca de la Madre de Dios, del convento de Beas.
Más tarde, en 1584, siendo prior en el monasterio de Granada, redactó un comentario para el poema como le pidió la madre Ana de Jesús. Fue esta religiosa la que, al ser destituida y expulsada de España por el general de los carmelitas, Nicolás Doria, se llevó a Francia el poema, siendo publicado por primera vez en París en 1622 en francés. Posteriormente, en 1627, una compañera de Ana de Jesús lo publicó en Bruselas en castellano. En España, debido a la censura que ejercía la Inquisición, no se publicó el poema hasta 1630, aunque se había resuelto su publicación en 1618.”

“Cántico espiritual” (la canción) intenta reunir el elemento místico que imprime San Juan de la Cruz, al subtitular su poemario “Canciones entre el alma y el esposo” y la realidad terrenal y cruel de la vida de una familia recién llegada del interior a un barrio caraqueño y el amor entre dos jóvenes que culmina trágicamente el viernes santo del 1952 en la basílica de Santa Teresa, de Caracas.
En el brochure de La Compañía Nacional de Teatro, se ubica el montaje entre abril y julio de 1987, y en el programa de mano de la obra, se halla la información completa sobre la puesta en escena, los creadores artísticos, los actores, y los dos poemas hechos canciones. A través de los años grabé tres maquetas de la canción, una en 1987 interpretada por los protagonistas jóvenes del montaje, Livia Méndez y Marcelo Rodríguez, otra en 1994 en San Juan de Puerto Rico, que interpreta mi hermano Costa Palamides y por último en 2021 con el recordado Aquiles Báez en la guitarra y las voces de Livia y Costa.
(San Juan de la Cruz – Pantelis Palamidis)
Maqueta 1987 (Caracas):
Versión del montaje
“Caín adolescente” de la CNT, interpretada por
Livia Méndez (Carmen)
y Marcelo Rodríguez (Juan)
(San Juan de la Cruz – Pantelis Palamidis)
Maqueta 1991 (Puerto Rico):
Interpreta: Costa Palamides, Piano: Pantelis Palamidis
(San Juan de la Cruz – Pantelis Palamidis)
Maqueta 2021 (Caracas):
Interpretan: Livia Méndez y Costa Palamides, Guitarra: Aquiles Báez
Tal como lo manifesté durante los ensayos para el concierto “Voces que abrazan” de CUSIB Global y mientras preparábamos el primer estreno mundial de la versión coral del “Cántico espiritual” y de CUSIB Global, el amor, el respeto y la dedicación que percibí por este aporte humilde a nuestra hermandad coralista de parte de mis compañeros del coro es invalorable. Todo empezó con la aceptación de mi propuesta por parte de Alberto Grau, María Guinand, y José Mena para incluir la pieza en el concierto después de escuchar una de las maquetas y analizar el arreglo que Miguel Ástor me hizo el gran honor de crear, y del que habla este gran músico y coralista unas líneas más abajo. Luego, Nelson Machado acepta grabar las bases de cuatro y guitarra, y unos días más tarde Cristina Vogeler me sorprende asumiendo la coordinación de la grabación de los vozonos, (los sonos instrumentales originales eran indescifrables para los coralistas, quienes se preguntaban aterrados… ¿cómo me aprendo esta nueva pieza antes de los ensayos?). Marianna Caleca (soprano), Cristina Vogeler (contralto), Máximo Santelmo (tenor), y el Maestro Albert Hernández (bajo) graban las voces y todo se finaliza en el estudio Novus Artis de Albert y Nelson, en Caracas. Y finalmente, los comentarios y elogios que recibí sobre la pieza en los chats, personalmente, y en escena de muchísimos de los participantes en el concierto de septiembre. Todo lo tengo guardado en un lugar muy especial para mí; Sergio Vítolo lo resumió acertadamente en el chat del encuentro… “ME LLEVO el rostro de Pantelis al concluir su pieza, lleno de emoción, satisfacción y gratitud”. Emoción, porque se siente algo muy especial al escuchar tu canción interpretada y dirigida a un nivel profesional; satisfacción porque, como lo expresó Mariflor Salas en el mismo chat «…todo fue hecho en casa!» (en nuestra casa CUSIB Global); y gratitud, mucha, por el amor con el que todos abrazaron este Cántico.
Nota del arreglista Miguel Ástor
Soy de los que creen que los buenos arreglos surgen de las buenas canciones. Difícilmente, aunque no es imposible, una canción pobre o mediocre proporcione las pistas necesarias para hacer un buen arreglo coral. No es este el caso que nos ocupa. Trataré del arreglo que hice sobre una canción de nuestro querido amigo Panteleimon Palamidis, a quien todos conocemos de toda la vida como Pantelis. Nombre griego que corresponde a alguien que, como hubiera dicho mi mamá, es más criollo que el pan de hallaquita.
Empíricamente suelo clasificar las canciones populares en dos tipologías. Por supuesto esto no obedece a ningún estudio o investigación, sino a la mera observación y audición de la música. Por una parte están las melodías líricas con punto culminante y descenso, un poco a la manera del Canto Gregoriano. Entre estas figurarían las canciones de un Simón Díaz, por ejemplo. Y entre estas el ejemplo más claro sería el bellísimo “Caballo viejo”. Se caracterizarían este tipo de canciones por poseer una especie de arco que asciende hasta un clímax y desciende progresivamente hacia el final. Por otro lado están las canciones basadas en pequeños motivos minimalistas, que se repiten en la misma altura o moviéndose en progresiones y que tienen uno de sus encantos principales en la variedad de la armonía. Muchas de las canciones del maestro Aldemaro Romero, entrarían dentro de esta posible clasificación. Pienso en “De Repente”, o en “Carretera”, como dos ejemplos paradigmáticos.
El “Cántico Espiritual” de Pantelis tiene un poco de ambos estilos. Pantelis tiene ya una importante producción de canciones escritas para el Colectivo de Canto Popular “Aedos” que estuvo muy activo en la escena caraqueña hasta hace pocos años. La mayoría de las canciones de Pantelis están basadas en textos de grandes poetas como San Juan de la Cruz, o tomados de la dramaturgia de Federico García Lorca, especialmente de sus “Bodas de Sangre”. Eso garantiza gran parte del éxito de la música. Una buena letra sin duda es indispensable. Pero hace falta algo más y aquí es donde el compositor interviene para encontrar la manera exacta de poner ese texto en música. De que los acentos poéticos coincidan con los musicales. El acento musical es un aspecto bastante complejo. Es algo que va más allá de la pura métrica, puesto que el compositor tiene que tomar en cuenta la altura y duración de las notas a la hora de determinar exactamente la forma de acentuar correctamente el texto de una canción. Y algo indispensable pero que pocos entienden: que no todos los acentos son igualmente importantes en una melodía. En las frases hay acentos principales y acentos secundarios. Hay que tomar en cuenta muchos factores para entender cómo es posible determinar el clímax de una melodía. Y hay que considerar que no todas las palabras de un poema tienen el mismo peso expresivo, por llamarlo de algún modo. También hay algo que muchas buenas canciones tienen y es la repetición ocasional de un motivo pequeño que se convierte en una especie de “gancho” melódico que hace que la canción sea memorable. Como se ve es un tema de relativa complejidad. Todo eso está previsto en la melodía de “Cántico Espiritual” quizás descubiertos en forma intuitiva por su autor, como hacen los grandes creadores populares. Si a esto añadimos el vínculo de Pantelis con la música tradicional venezolana, dándole a esta pequeña joya el ritmo de vals venezolano, tenemos una pequeña creación perfecta. En estos casos hacer el arreglo es algo que fluye naturalmente. De allí que en el punto culminante de la canción, opté por dividir a los tenores pese a lo reacio que soy con las divisiones de las voces. Prácticamente la canción obligaba a hacerlo.
El resultado cantado por CUSIB Gobal fue hermoso. Pero lo fue porque ya lo era en esencia en la bella canción original con su aparente sencillez, y con su complejidad escondida. ¡Bravo CUSIB Global! ¡Bravo Pantelis!
Y ahora con todos Ustedes: El Cántico Espiritual
Excelente medio para conservar los vínculos con una institución que enaltece el alma a través de la música.