La magia de los abrazos… más allá de las voces

Museo Archivo de Indias

En pleno frenesí de planes, ensayos y sueños por Nuestra tierra, nuestras raíces –nombre del próximo encuentro internacional de CUSIB Global en 2024– y a un año de Voces que abrazan –nombre del II encuentro de Madrid–, logro al fin escribir sobre la bonita experiencia que cerró con nostalgia, alegría y magia lo que fue para mí volver a cantar bajo las batutas de Alberto y María, al cobijo de tantos compañeros de la Universidad Simón Bolívar y del canto coral venezolano.  

Como “cruzar el charco» para la Madre Patria desde el sur del sur no es poca cosa, al planificar el viaje decidí aprovechar para conocer algunas zonas emblemáticas de Andalucía y cumplir así un viejo anhelo.

Aunque la historia pudiera ser larga, me limitaré a decirles que la motivación principal fue visitar la sede donde se encuentra el Archivo General de Indias y transitar caminos que, a mediados de los 50, recorriera mi madre. Y es que, luego de pasar por la Normal, el Pedagógico y la Universidad Central de Venezuela, gracias a una beca de esta última casa de estudios, se fue a España. Una trayectoria de preparación y trabajo docente cargada de determinación y perseverancia, que la llevó a cursar un Doctorado en Historia en la Universidad de Madrid; con el añadido de que su tesis –Edición crítica de las Ordenanzas de Audiencias de Indias – le permitió ir, por investigación y placer, a conocer lugares a los que seguramente yo también iría. No tengo ninguna duda de que ella despertó mi interés por Andalucía, pero solo ahora me percato con asombro de que jamás le pregunté detalles de sus recorridos ni de sus vivencias extra académicas. Tampoco le conté de la fascinación que esas tierras despertaban en mí…

Sin otra guía que el anhelo, mi primera parada fue en Sevilla; la encantadora ciudad donde reposan las históricas crónicas que guiaban mi viaje. Y si bien la tecnología y el afán de preservación impiden que tan valiosos documentos sean exhibidos y visitados por mero gusto, existe sí un museo donde se puede satisfacer la curiosidad y conocer los detalles más importantes de su dilatado volumen y significado. Y, doblando la calle, conformarse con ver el impenetrable edificio donde se guardan los ejemplares auténticos.

COLLAGE-CG-AB

Contenta y agradecida por la visita, pensando que todo lo que seguiría sería un bono a mis objetivos principales en España –el reencuentro y los Archivos– ya cumplidos, seguí mi camino turístico hacia Málaga haciendo check list a sitios de interés, fabulosas caminatas, paseos e infinidad de gigas por clics, que solo pesan en la nube.

Descansando con el guía

Granada marcaba el cierre por Andalucía y la visita guiada por La Alhambra quedó pautada para el 3 de octubre. Varios habían sido ya los tours que para entonces había tomado, razón por la cual no dejó de sorprenderme que, en esta ocasión, el guía me indicara que solo yo estaba inscrita a esa hora. Ya él había tenido una visita en la mañana y tendría otra más tarde, pero solamente la mía sería de una persona. Fue un privilegio contar con un guía exclusivo, consiguiendo así mayor flexibilidad, libertad, comunicación y hasta la posibilidad de pedirle que, una vez en el sitio donde me dijo que tomaríamos la foto “del grupo” para sus registros, me hiciera el favor de tomar otra con mi celular.


Tres días más tarde estaba ya en Barajas emprendiendo el regreso. Tenía no obstante otro pendiente antes de volver a la casa que me depararon las circunstancias: pasar por Caracas. Además de abrazar a familiares, amigos y querencias, deseaba buscar fotos y negativos que había dejado a mi venida. Un punto importante de esta historia es que mi mamá era aficionada a la fotografía y por eso, además de los negativos de las fotos familiares, tenía entre ceja y ceja buscar los de ella, los que guardan vivencias de su juventud. Ya a inicios de los 90, cuando tuve mi primera casa independiente, había seleccionado seis de sus negativos para hacer copias en papel y montarlos como cuadros. Una tarea bastante “vintage” aún para aquel entonces, pues se trata de negativos tamaño diapositiva en blanco y negro.

Negativos de los años 50

Creo que pocas cosas en la vida resultan del azar. Suelen ser más bien consecuencia de una serie de hechos encadenados. Y al tratarse de fotos y negativos, fue a través de ellos, con el hallazgo de una foto que no conocía, como se reveló para mí la magia del más genuino abrazo más allá de su voz, al calor de nuestra tierra y nuestras raíces en la que fuera nuestra casa…


…Un hallazgo que hizo que todo cobrara auténtico sentido: el viaje a Andalucía tras el recuerdo, ejemplo y legado de mi mamá; el que ella anduviera con una cámara a cuestas en una época en la cual eso no era tan usual; el hecho de que yo haya tenido un guía personal en La Alhambra; el haberle pedido que replicara su foto con mi celular; el que tuviéramos un instante sin otros visitantes a los alrededores; el haberme empeñado en buscar fotos y negativos antiguos y el ser parte de un grupo como CUSIB Global y un proyecto como ProDoc que busca preservar vivencias y enaltecer afectos que trascienden el tiempo, el espacio y la distancia…

FOTO COLLAGE EN LA FUENTE DE LOS LEONES
Fuente de los Leones – 1955 y 2022

Nunca mejor dicho aquello de que una imagen dice más que mil palabras y encierra tantas emociones.

Estoy segura de que sus pasos guiaron los míos; su memoria entretejió los hilos para recrear su foto y su presencia y mensajes, se dejaron sentir mediante increíbles conexiones gráficas como un dulce abrazo más allá de la existencia, los silencios o las historias que quedaron por contar…

Isabel Elena González González

Prof. Isabel Elena González de Bracho
Nació en Caracas el 25 de mayo de 1925. Fue la mayor de 10 hermanos y desde niña supo que quería ser maestra. Gracias al impulso de una tía paterna que vivía con ellos, pudo leer clásicos de la literatura como El Quijote a muy temprana edad. Su tía Lola, de muy poca escolaridad, pero ávida de saber, había recibido una buena cantidad de libros que fueron el deleite de varios de los miembros de la familia. Lola, además de literatura, disfrutaba la lectura de El Manual de Carreño y el descubrir nuevas palabras en los diccionarios. Razón por la cual le inculcaba esas enseñanzas a sus sobrinos.
Al igual que todos sus hermanos mayores, comenzó a trabajar siendo aún adolescente para ayudar a levantar a esa gran familia. Primero de secretaria y luego de maestra. Según los grados que fue obteniendo, dio clases en escuelas primarias, en el Liceo Andrés Bello, el Pedagógico de Caracas y la Universidad Central de Venezuela.
Falleció en Caracas el 13 de abril de 2016, luego de una larga y muy reconocida carrera como docente, que la llenó de satisfacciones tanto profesionales como personales..

COLABORACIÓN EN ESTE BLOGUETÍN 86 :
Textos y material de apoyo: Adriana Bracho / Fotografías: @PHOTORENOVA, Adriana Bracho / Montaje: Elssen Beatriz Lombó / Coordinación editorial: Jorge Sequera
image_pdfimage_print

2 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *