Mi Bella Ciao

Bella Ciao en Voces que abazan

El Bella Ciao es una pieza con una historia muy densa que tiene sus raíces en los tiempos de la resistencia italiana contra el fascismo de Benito Musollini y el nacional-socialismo alemán durante la segunda guerra mundial. Más reciente, durante la pandemia del Covid – 19, en los días más duros de los encierros por la cuarentena, los italianos se asomaban a balcones y ventanas para entonar sus notas libertarias.

Pido permiso, porque sé que es duro hablar de algunas cosas cuando en realidad lo que todos queremos es celebrar la navidad con el recuerdo de la belleza de nuestro concierto «Voces que Abrazan» y créanme que mi cuento tiene un final feliz aunque no lo parezca a primera vista…

Paradójicamente así lo cree también Netflix, al revivir esta potente pieza musical como la canción icónica de su serie más exitosa y vista: «La casa de papel».

Aquí comienza la historia que quiero contarles de lo que es para mí el Bella Ciao.

Aníbal Nazoa por Jacobo Borges

Por esas cosas del azar o la contingencia, como bien enseñó Tomás de Aquino -«Perfectamente pude no haber existido»-, tuve la grandísima suerte de nacer en una familia grande, tan grande como la casa en la que crecí.
A esa familia se sumó un escritor, algunos le decían humorista aunque era bastante serio, quien se enamoró de una de mis tías. Se casó con ella y se vino a vivir a nuestra casa.

A esa casa, que no era precisamente la de papel, llegaban los amigos de mi nuevo tío: poetas, músicos, toda clase de artistas y creadores que fueron dejando huellas en mi conciencia temprana de los 7 años.

Cuando mi tío Aníbal -sí, el hermano de Aquiles- se nos fue en el año 2001, en mis 38, todos esos amigos le despidieron cantando el Bella Ciao en medio de los jardines del Cementerio del Este de Caracas.

Aníbal Nazoa - foto tomada de https://www.vtv.gob.ve/venezuela-conmemora-siembra-anibal-nazoa/
Aníbal Nazoa 1928 – 2001

Escena imborrable. Todos podemos hacernos una idea de la profundidad del sentir de aquel momento tan solemne que nunca abandonará mi memoria…

Por este lado del Atlántico y muchos años después, el destino -el mismo que nos ha dado la existencia- quiso que a José Mena Polo, artista por encima de todo y director de mi coro ConSonante, le fuera encargado un arreglo para ser interpretado en el lanzamiento de la quinta temporada de la serie «La casa de papel: El legado», evento que Netflix realizaría el 30 de noviembre de 2021 en el Palacio Vistalegre de Madrid.

Como ya se pueden imaginar, ese concierto que para nosotros fue literalmente «de una sola pieza»: el Bella Ciao, ha sido sin lugar a dudas, el evento con mayor producción al que he asistido en mi larga historia coral… Les dejo aquí mi reseña fotográfica y el resumen de la productora para que se den una idea.

Así fue como, en términos musicales, tuve que enfrentarme a la partitura del Bella Ciao, una de la más significativas que han visto mis ojos en los 51 años que llevo cantando -empecé a los 8, si quieren saquen su cuenta-.

Pues bien, en el momento del montaje no pude dejar de compartir mi emoción al escuchar/cantar el arreglo de Jose. Le mandé a una de mis primas favoritas (de mi «familia política adquirida» -¡Vaya por Dios todo lo que esto significa!-) la grabación que hice en uno de los ensayos más espectaculares de mi vida. Dejo la grabación también por aquí para que me entiendan claramente y no piensen que exagero. En este ensayo tuvimos acompañamiento de piano y clarinete.

Durante uno de los ensayos para Netflix

Así fue como entonces le envié a Dacha la grabación, y esta fue su respuesta:

«Un arreglo estremecedor, especialmente la incorporación de la marcha y las palmas.
Creí que lloraría oyéndolo, por muchas razones. En realidad, la primera imagen que me evocó fue la de Teodoro, rompiendo en llanto al escuchar el Bella Ciao y La Internacional frente a la urna de nuestro Aníbal.
Después me invadió una mezcla de sentimientos tremenda: mucha nostalgia por la joven comunista y engañada que fui, una rabia enorme por la peor estafa de la historia de la humanidad, el comunismo y la izquierda en general, el recuerdo de las maravillosas imágenes que el comunismo produjo (estética sí que tenía) y de las terribles imágenes de masacre, hambre y destrucción que se escondían detrás de esa estética que sedujo a los intelectuales de medio mundo.

Claudia Nazoa

Verán cómo todo puede cambiar en una vida. Nunca el agua de un río volverá a pasar por el mismo lugar y todo, absolutamente todo, se transforma, unas veces para bien y otras, ya ustedes lo saben…

Sin embargo, el arte, la belleza y el bien permanecen cristalinos y se distinguen frente a todo. No es posible opacar su luz.

Bendita coincidencia la que hizo que esta pieza se agregara al repertorio del canto común de nuestro concierto en cuestión «Voces que abrazan» porque esto me volvió a conectar con tanta vida, luz y belleza infinita. El partigiano, protagonista de la poesía de esta canción que se ha convertido en himno, conoce bien que la hermosura de la flor que crecerá en su último lecho no podrá dejar a nadie indiferente.

Por ello nos dice:

«Tutte le genti che passeranno
Mi diranno: Che bel fior»

Así concluyo agradecida por haber tenido de nuevo la oportunidad de vivir, de cantar y, como no, de contar mi particular historia del Bella Ciao.

Y ahora, con todos ustedes, nuestro Bella Ciao

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