Nuestro espacio en el «Velero Mundo»

Velero Mundo en Voces que abazan

Música y arreglo de Modesta Bor (1926-1998)

Poesía de Francisco Lárez Granado – «Panchito» Lárez (1903-1988).

En este regalo del equipo ProDOC disfrutaremos primero, de la visión emocional de Marianna Caleca del madrigal Velero Mundo, soprano solista en la CUSIB de los años 70 y del concierto “Voces que Abrazan” en Madrid 2022; y luego la mirada experta de Carlos Martínez Pereira, excelente musicólogo que nos presenta una exposición documental de la obra. Ambos miembros de nuestra CUSIB Global, y de nuestro Velero Mundo.

Marianna Caleca. Concierto «Voces que Abrazan». Madrid, 2022

Por Marianna Caleca

Cantar de nuevo Velero Mundo en el Encuentro Coral Madrid 2022 fue una experiencia casi que surreal para mí. Me transportó directamente al salón de ensayos de la CUSIB en la Casa del Estudiante de la USB hace casi 50 años. Me vino a la mente el trabajo que nos costó a las sopranos aprendernos los “lam lam lam” afinaditos, las múltiples indicaciones de Alberto acerca de la dinámica de la pieza y, más importante aún, su insistencia en sentir casi que con las entrañas lo que estábamos cantando. Luego, el terror que sentía cada vez que me tocaba hacer mi pequeñito solo:

Ramalazos de luz mientras mi alma
De tu cariño en la divina llama..

Me parecía eterno!!!

50 años más tarde, la emoción y la entrega fueron las mismas o quizás aún mayores, agradeciendo a la vida que aún nos une la magia del canto coral, que aún las manos maravillosas, poderosas de Alberto Grau y María Guinand pueden hacer el milagro de poner lágrimas de emoción en nuestros ojos y de que estos abuelos de cabezas grises sigan dándose por entero cada vez que tenemos la ventura de cantar juntos.

Por Carlos Martínez Pereira

Carlos Martínez Pereira. Arquitecto egresado de la Universidad Simón Bolívar. Licenciado en Música, Mención Ejecución Instrumental (Guitarra clásica), Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM).

Las palabras son las amantes de la armonía.

Claudio Monteverdi, (1567 – 1643), en referencia a los madrigales de Cipriano de Rore (1515 ó 1516 – 1565)

Aunque se mantiene una polémica abierta en relación a la aplicación y al origen de la palabra “madrigal”, se acepta que los primeros madrigales fueron creados en Italia en el siglo XIV. Inicialmente, eran melodías que básicamente hacían coincidir su forma con la de los textos poéticos. En su desarrollo, se abordaron diversas maneras de creación, pero que de ningún modo abandonaban el elemento fundamental que lo caracterizaba: la palabra le “dictaba” al compositor cuál sería el diseño de la música. Es decir, la música debería nacer de la palabra, para lo cual se emplearían células, desarrollos rítmicos, ascensos o descensos melódicos, efectos contrastantes, contrapunto y armonías, que subrayaran el sentido poético del texto con el que la música habría de convivir.

En la Escuela Superior de Música, los alumnos (…) por insinuación del profesor de la clase, diéronse a la tarea de escribir pequeños madrigales y canciones polifónicas sobre poesías de corta extensión, con el objeto de construir un repertorio adecuado para los coros infantiles.

Vicente Emilio Sojo (1887-1974)

Impacta la influencia que ha tenido el madrigal en la música vocal a lo largo de la historia -y en nuestro caso particular- sobre la Escuela de Música de Santa Capilla. Esto último, gracias a su cultivo por parte de Vicente Emilio Sojo, sus estudiantes y posteriormente, por las generaciones que han continuado esta línea creativa. Ha sido un hecho tan notable, que para algunos críticos, podría aceptarse la existencia de un “madrigal venezolano”, con sus características particulares y diferenciadoras en relación a otros tipos de madrigal, pero conservando siempre esa característica que alguna vez describió Juan Francisco Sanz “la sumisión de la música a la letra o mejor, la consubstanciabilidad de texto y música”.

Cuando mis alumnos de composición se inician en la elaboración de canciones, les recomiendo siempre buscar poemas de Rugeles [se refiere a Manuel Felipe Rugeles], porque me parece tan fácil escribir una canción basada en su poesía (…).

Modesta Bor. (1926-1998), compositora y alumna de Vicente Emilio Sojo

El madrigal y la canción coral venezolana constituyen el grueso del repertorio del siglo XX. La aparición de estos géneros en el escenario musical venezolano delineará los fundamentos de la música moderna de nuestro país desarrollada en el siglo pasado, ejerciendo su influencia aún hasta el presente.

César Alejandro Carrillo (1954), compositor y alumno de Modesta Bor. Director coral y alumno de Alberto Grau y Michel Eustache
Modesta Bor (1906-1998)

El madrigal “Velero Mundo”, es creación de “El poeta del mar”, Francisco Lárez Granado (Juan Griego 1908 -1988), quien además, fue el primer cronista oficial de la Isla de Margarita. La música, concebida con una rica y sorpresiva variedad de colores armónicos que son enfatizados por elementos rítmicos y contrapuntísticos, es de Modesta Bor (Juan Griego, 1926 – Mérida, 1998), quien egresó de la Escuela de Santa Capilla, del Conservatorio Tchaikovsky y fue pianista, compositora, integrante del Orfeón Lamas, así como ganadora de varios premios nacionales.

En relación al texto
Francisco Lárez Granado (1903-1988). Primer cronista oficial de la Isla de Margarita

“Velero Mundo” está conformado por tres estrofas de versos endecasílabos, por lo que deben ser calificados como versos de arte mayor (El verso de arte menor tiene ocho o menos de ocho sílabas, mientras que el verso de arte mayor, nueve o más sílabas. Esto último, permite la posibilidad de desarrollar ideas más complejas.) Adicionalmente, en el caso de los versos endecasílabos, existe un acento obligado en la penúltima sílaba. Además, debe existir un acento intermedio, pero puede cambiar su posición de manera libre.

Algunos elementos referidos a la relación entre el texto y la música

A pesar de que Modesta Bor recurre a compases de 2, 3 y 4 tiempos, de manera libre, utiliza una variedad rítmica que hace coincidir la décima sílaba de cada verso y la sílaba intermedia acentuada, con los primeros tiempos de todos los compases. Esto ocurre de manera alterna: uno en compás par y otro en compás impar. Todas las notas de la melodía que se ubican en el primer tiempo, tienen una duración mayor que las notas que le preceden, lo cual enfatiza el acento natural de cada primer tiempo. Además, en los versos 1 y 3 de cada estrofa (inicio de frase melódica), existe un tratamiento anacrúsico, lo cual genera un fraseo hacia la nota larga, ubicada en el primer tiempo. Esta llegada, constantemente es enfatizada por un acorde de armonía inestable y sorpresiva. 

Podría decirse que la estructura de la obra es ABA, dado que la segunda y tercera estrofa, están basadas en el mismo tema melódico con algunas variantes en la armonía y el contrapunto. Sin embargo, también podría aceptarse una estructura del tipo ABB’A, debido a que la tercera estrofa tiene dos versos adicionales, sobre los cuales Modesta Bor hizo una composición asimétrica en relación a la segunda estrofa. A esto se agregan dos progresiones armónicas como reiteración del texto y de la música. La primera -y con contrapunto imitativo- (ramalazos de luz) para preparar la entrada de la solista. La segunda, con textura homofónica, como transición entre el pasaje de la solista y el regreso a la sección A. En esta última progresión, (con texto ”acera el temple”) aparece la nota más aguda de la obra a modo de punto climático, (“tem”, de temple) para luego descender sobre el compás más corto de la obra y en el que caben sólo dos sílabas, “rina”, como culminación de la expresión “de su fe marina”. (¿Compás pleno de la fe marina del poeta de mar y de la compositora de mar?). Este compás sirve de cierre de frase, breve descanso y transición a la sección A, con la cual finalizará la obra.

Fuentes

Nota del editor

Durante la búsqueda de información acerca del poeta Francisco Lárez Granado encontramos el poema «Azul» (Frases más poemas. Toda la Literatura posible https://frasesmaspoemas.com/azul-de-francisco-larez-granado-poema/) que pensamos refleja el sentir de muchos de nosotros:

Mar: cuando me vaya
no borres el camino
que la nave al partir
grabe en tus aguas.

Déjalo intacto
hasta que yo regrese,
y así verás por él
todos los días
una mirada triste
y un recuerdo 
que viajan juntos
tras la ausencia mía.

Y ahora con ustedes el vídeo del Velero Mundo:

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