LA GLORIA DEL GLORIA
REPORTA: Zoila Arreaza
Nuestra participación en el Festival Internacional de la Juventud de Aberdeen en 1977 estuvo llena de bellas experiencias, pero hay una en especial que para mí fue del todo inolvidable.
Ocurrió el día del ensayo general para la apertura del evento. Lo que estaba previsto era que cada país participante ensayara su Himno Nacional. En nuestro caso, como coral, el ensayo era en compañía de la orquesta. Sin embargo, pronto se descubrió que la partitura que tenían los músicos no se correspondía con la del arreglo coral.
Ante esa situación, Alberto dijo que la CUSIB podía cantarlo a capela sin problema. La idea no fue del agrado de los organizadores, pero no tuvieron más alternativa que aceptarla.
MUCHO MÁS QUE UN COMPROMISO
Sabíamos que era importante que todos se convencieran de que cantar a capela era una buena idea, así que a ese compromiso y a la acostumbrada pasión con la cual dirige Alberto, se unieron otros factores. Era la primera vez que la CUSIB cantaba en representación de Venezuela, y -para muchos- también era su primer viaje internacional. Entonar el Himno Nacional fuera de las fronteras siempre es especial, pero en ese contexto, aquello lucía más que importante. Y el resultado fue que toda esa fuerza, toda esa emoción, toda esa energía juvenil de quien comienza a abrirse camino, se dejó sentir, estrofa a estrofa y nota a nota, en la interpretación.
¡Cantamos mucho más que con el alma, lo dejamos todo!
Y al terminar, hubo un silencio sepulcral. Unos segundos dramáticos en los que el desconcierto comenzaba a hacerse presente en cada uno de nosotros. Hasta que, al fin, como siguiendo una coreografía previamente ensayada, todos se pararon y comenzaron a aplaudir con manos y pies. Una ovación que duró como 10 minutos y llenó nuestros rostros de lágrimas de emoción.
EL RESULTADO
Desde ese momento nuestro Gloria al Bravo Pueblo se convirtió en una suerte de hit musical. No había concierto en el cual no nos lo pidieran e incluso en el comedor y los autobuses más de una vez tuvimos que cantarlo.
Mientras les cuento lo ocurrido, puedo sentir cómo recorren por mi cuerpo la misma energía y la misma sensación que en aquel momento. ¡Fue increíble!
NOTA DEL EDITOR: Agradecemos mucho a Zoila quien nos hizo vibrar con este recuerdo enviado por Cuéntanos No hace falta haber estado presente para poder identificarse con lo vivido. Gracias
Tal cual como lo cuenta Zoila, así fue, así lo vivimos y creo que lo recordaremos hasta el último de nuestros días, fue cantado con ganas y un orgullo inmenso.
Wow, qué historia!!
Sin duda que para quienes estuvieron allí tiene que haber sido muy, pero muy especial. Gracias por haberlo hecho posible y por permitir que todos los vivamos a través de ustedes.